VÍA SMS

Ayer no fue un buen día... os lo habría contado ayer por la noche pero bueno... estaba castigada...
Os lo voy a contar desde el principio, vale?
1. Me levanté a las 09:30, por orden de mi padre. ¿Qué les costará dejarme dormir un poco más? Estoy de vacaciones...
2. A las 10:30 comencé, como todos los domingos, a discutir con mi padre... ¡Quería que pasara el aspirador por toda la casa mientras ellos se iban a tomar un café! ¡Vaya morro!
3. La noticia.
- Estefanía, prepárate que hoy también vamos a la playa.
Otro día más igual... Les pedí que me dejaran quedar en casa, pero claro, como solo tengo quince años... no soy lo suficientemente mayor como para llamar a telepizza y pagarla...
4. Fuimos a la playa, a la de siempre. Ayer tuve más suerte, ya no había bandera roja y pude bañarme. Sin el agua... pff... se me hace eterno.
[Ahora empieza lo bueno]
Yo estaba tomando el sol, secándome y escuchando música con el móvil. De pronto sonó un "bip". Era un mensaje. Lo miré y... ¿sabéis que ponía? Os lo copiaré aquí:
El sol te da en la cara, pronto estarás tan morena como yo...
Al principio no lo entendía, pero luego caí en la cuenta. Ese número... yo no lo tenía, pero había alguien que me saludaba a lo lejos. ¡Raúl! ¡Me estaba hablando! Íncreíble, no sabía que tuviese mi número. Decidí responderle, tonteando un poco con él...
Debimos de gastarnos unos cinco euros en sms... habríamos seguido hablando via móvil pero hubo algo mucho mejor que eso. Otro sms:
Voy al agua. Te espero allí. Un beso!
No podía esperar, tenía que ir! Así que cogí y me fui al agua, avisando a mis padres, claro. Ese baño fue el mejor de mi vida! Estuve con él, hablando, saltando las olas como niños pequeños y mirándonos. Sus ojos y los míos.
Pero todo lo bueno se acaba. Me fuí a la toalla de nuevo y... ¿Qué me encontré? ¡A mi padre con mi móvil! No daba crédito.
- Estefanía, ¿quién es ese Raúl?
- Nadie, un compañero.
- ¿Y por qué esta ligando contigo?
No sabía que decir, bueno, simplemente mis mejillas hablaron por mi. ¡Estaba como un tomate!
La verdad, a mis padres lo de que ande con chicos no lo llevan demasiado bien... cuando llegamos a casa me cortaron todas la vías de comunicación posibles: internet, móvil y teléfono.
Hoy escribo esto a escondidas... mis padres están trabajando y puedo coger el portátil, pero no sé como haré los próximos días...

Bueno, rectifico, el día no fue del todo malo. Si quitamos la parte del castigo y de la cachada... ¡fue un día genial!